Como ya hemos venido denunciado la reforma de la Administración Local, busca claramente recentralizar el estado, atacando el sistema municipalista. Atacando competencias y a la autonomía política, entrando en conflicto con los Estatutos de Autonomía como el de Andalucía y la Ley de Autonomía Local de Andalucía (LAULA).
Eliminan competencias propias de los municipios en aspectos
tan relevantes como la educación, salud o servicios sociales pasando a
ser gestionados por las comunidades autónomas sin su correspondiente
financiación. Poniendo en peligro más de 40.000
puestos de trabajo en Andalucía.
Con dicha reforma los municipios quedan degradados a las políticas
dictadas del gobierno central, alejando aún más al ciudadano de la
gestión de lo público, alejándolo aún más de la política justo cuando lo
que se requiere es más posibilidades de participación ciudadana, más
democracia y transparencia.
Hablan de eliminar duplicidades y competencias impropias, cuando la finalidad es la privatización de los servicios públicos municipales además de la desactivación de la democracia y la autonomía local.